20 de febrero de 2015

Spring in Winter || Primavera en Invierno

Today is my fourth consecutive day without going outside. I’ve barely left the room which now, and for a while, is my new home.
Is not that I dislike people or outdoors. I do not suffer agoraphobia or something like that. On the contrary, I love the nature, to feel the warm ray of sunlight in this supposed cold winter here in the north and perceiving the light from every perspective and corner. And if it’s cloudy I also like to feel the cold in my checks. Not at all how my feet freeze. And of course, it’s always nice to be around those who I love and appreciate. My new friends are lovely. In fact, every day I miss them a little bit because all of them have to tell thousand things; they are very kind little persons, pacific and whom, in my opinion, are very interesting. That’s why, there’s always a moment when I feel bored if I’m not sharing a bit of my time with them.
 
But today is different.
My host family went out during these winter holiday week and my friends are busy working, studying or just living their life... And I believe this was The opportunity the Universe wanted to give me for to be alone. Completely.
Me with myself and nobody else. With my thoughts, my memories, my ideas, my body and my being.
In other circumstances I would have felt lonely and lost, wasting my time. Anxious, stressed, nervous.
 
 But not anymore. I don’t feel lonely anymore because I’ve already found myself. I have myself now. These week of faint light and darkness, of music and silence, of creation, calm and, in summary, of full life, without the noise of the society; away from the negative energies which used to surround me and which it was so difficult to escape from; without the incessant insecurity of my mind quieten down my intuition, my emotions and senses, it has allowed me to be in harmony with myself and, in consequence, with all the rest. It has allowed me to see my wounds and heal them or accept those scars which never will abandon me.
 
Today I achieved, finally, to be fine with myself, without no one else.
 
It doesn’t matter anymore if there outside the sun bright, it rains or it snows. It doesn’t matter the cold or the warm, either if it has passed by almost a month since I’ve seen that person who makes me feel myself, without pretensions or double meanings.
 
It doesn’t matter because there’s no place warmer and more cozy than this. There’s no place where the light bright more than here or where the shadows embrace me with its mantle and they spoil me in the darkness.
 

Today is different. Today it doesn’t matter all those things because in this cold winter today is spring... in my heart.


-----------------------------------------------------------------------------


Hoy es mi cuarto día consecutivo sin salir de casa. A penas he salido de esta habitación que ahora, y por un tiempo, es mi nuevo hogar.
No es que me desagrade la gente o el aire libre. No sufro de agorafobia o algo así. Más bien al contrario: me encanta la naturaleza, sentir los cálidos rayos de sol en este supuesto frío invierno aquí en el norte y percibir la luz desde cada nueva perspectiva y rincón. Y si está nublado, también me gusta sentir el frío en mis mejillas. No tanto sentir como se hielan mis pies. Y por supuesto, siempre es agradable estar rodada de aquellos a los que quiero y aprecio. Mis nuevos amigos son encantadores. De hecho, cada día les hecho un poquito de menos porque todos ellos tienen mil cosas por contarme; son unas personitas muy amables, pacíficas y que a mi me resultan muy interesantes. Por eso, siempre hay algún momento que me resulta aburrido si no comparto un poquito de mi tiempo con ellos.

Pero hoy es diferente.
Mi familia de acogida se ha ido a esquiar durante esta semana de vacaciones de invierno y mis amigos están ocupados trabajando, estudiando o, simplemente, viviendo sus vidas... Y creo que ésta era La oportunidad que el Universo quería brindarme para estar sola. Completamente.
Yo conmigo y nadie más. Con mis pensamientos, con mis recuerdos, con mis ideas, con mi cuerpo y mi ser.
En otras circunstancias me habría sentido sola y perdida, desperdiciando mi tiempo. Ansiosa, estresada, nerviosa.

Pero ya no. Ya no me siento sola porque ya me he encontrado a mi misma. Ya me tengo a mi.
Esta semana de luz y oscuridad tenues, de música y silencio, de creación, de calma y, en definitiva, de vida plena, sin el ruido de la sociedad; lejos de las energías negativas que solían rodearme y de las que tanto me costó escapar; sin la incesante inseguridad de mi mente acallando a mi intuición, mis emociones y sentidos, me ha permitido estar en armonía conmigo y, en consecuencia, con todo lo demás. Me ha permitido ver mis heridas y curarlas o aceptar esas cicatrices que nunca me abandonarán.

Hoy he conseguido, por fin, estar bien conmigo misma, sin necesitar a nadie más.

Ya no importa si ahí fuera el sol brilla, llueve o nieva. No importa el frío o el calor, tampoco si hace ya casi un mes que veo o hablo apropiadamente con aquella persona que me hace sentir yo misma, sin pretensiones o dobles sentidos.

Ya no importa porque no hay lugar más cálido y acogedor que este. No hay lugar donde la luz brille tanto como aquí o donde las sombras me acojan con su manto y me mimen en la oscuridad.

Hoy es diferente. Hoy ya no importan todas esas cosas porque en este frío invierno hoy es primavera... en mi corazón.

No hay comentarios: