Ha pasado tiempo. Pero he vuelto al punto cero.
Recuerdos. La tristeza vuelve a rodearme. Y recuerdo. He vuelto al punto cero. Canciones. Melodías nostálgicas y tristes. Y recuerdo. Otra vez. Estoy sola.
Ya no eres una niña, me digo. Pero no importa. Los recuerdos emergen de las profundidades de mi mente. Y no hay nadie. Estoy yo. Y mi habitación. Mi cama. Mis lágrimas. Mis recuerdos. Ella. Él. Ellos y Ellas. Vosotros. Nosotros. Tú. Y no hay nadie. Estoy sola.
Otra vez.
En el punto cero.
¿Dónde estás?
2 comentarios:
Alguien propuso una vez la teoría de que las personas acostumbramos a buscar a nuestra media naranja. No obstante, muchas veces al estar los dos buscando no alcanzamos nunca a encontrarlo porque no hacemos otra cosa que hacer círculos en los que no conseguimos siquiera cruzarnos. Por lo que este alguien concluye diciendo que muchas veces hay que dejar de dar vueltas para que el otro consiga encontrarnos.
Con esto no quiero decir nada, simplemente es una teoría interesante que escuché hace tiempo que me ha venido a la mente al leer tu texto. Precioso, por cierto.
Muy buena entrada, me ha gustado mucho, pero espero que no pienses así en estos momentos. Esa etapa ya acabó, y para siempre.
Voy a escuchar la música.
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